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sábado, 16 de octubre de 2010

¡QUE LEJOS ESTAMOS DE AQUEL JESUS DEL MADERO!

            Hoy me he levantado y me he desayunado, acto seguido he tenido que ir a vomitarlo, con un artículo publicado en el Diario de Sevilla sobre André-Joseph Leónard, jefe de la iglesia católica belga, ¿dónde estudiaría este tío el catecismo?. Califica en un libro, dice el artículo,  al sida como "una especie de justicia natural" contra los homosexuales "por violar las reglas".  Pero la cosa no queda ahí, sino que la Curia Belga emitió un comunicado urgente en el cual, a pesar de la lluvia de críticas que cae sobre el purpurado, expresa "su total apoyo" a André-Joseph Leónard y, por extensión, da a entender que la cúpula católica del país suscribe las opiniones vertidas en el libro, que habla sobre la carrera del religioso.
            Este llamado siervo de Dios afirma que el sida es una especie de justicia natural por los pecados cometidos y "La epidemia de sida es una especie de justicia inmanente. Cuando el amor humano se pervierte, al final, éste se acaba vengando", Esto lo dice y se queda tan pancho el tío en el libro “Conversaciones con el arzobispo Leonard” publicado en el 2006 en su versión original francesa y que el pasado Jueves salió a la venta en Flandes. Y lo peor del caso es que después de 4 años la comunidad religiosa no ha se ha retractado ni cambiado una sola letra del comunicado emitido expresando su apoyo.
            Después de leer el mencionado artículo he reflexionado sobre las enseñanzas que de siempre nos ha querido grabar la Santa Madre Iglesia sobre la vida y muerte de aquel Jesús el Nazareno que, entre otras cosas predicaba el amor al prójimo. Jesús resumió los diez mandamientos  en dos principales : “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas” (Mateo 22,37 y Lucas 10,27) y “Amarás a tu prójimo como a tí mismo” (Marcos 12,29-31). Y sobre la manera como hemos de amar a nuestro prójimo, añadió: “Amaos los unos a los otros como yo os he amado” (Juan 13,34).

            Y ahora me pregunto ¿se equivocarían en sus palabras Jesús, Marcos, Mateos, Lucas y Juan?. ¿Cómo se puede catalogar una enfermedad como el sida como castigo dentro del seno católico?.

            Lo dicho, ¡QUE LEJOS ESTAN ALGUNOS DE AQUEL JESUS DEL MADERO!

Nota.- No escribo en negro porque no se leería, no porque no me falten ganas

Serva Labari

1 comentario:

  1. Es tremendo, de verdad.


    Te invito a leer estos dos artículos de mi blog La religión de espíritu

    http://lareligiondelespiritu.blogspot.com/2008/02/creced-y-multiplicaos-un-mandato-divino.html

    http://lareligiondelespiritu.blogspot.com/2008/02/biblia-y-homosexualidad-el-error-de.html

    Saludos,
    Ángel

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